La consolidación del factoring como herramienta financiera que permite e las empresas obtener liquidez a partir de la cesión de sus propios activos o cuentas por cobrar, y a su vez entrega servicios de gestión de cobranza, calificación de clientes y carácter aseguratorio, es la meta que persigue la Asociación Chilena de Empresas de Factoring (Achef).
Para ello la entidad, que reúne a las 13 firmas de factoring que actualmente operan asociadas o vinculadas a bancos y pronto serán 14 con la posible integración de Penta, apuesta por duplicar el número de clientes que atienden alcanzando los 20.000 a fines de 2019.
Así lo afirmó el pasado martes el gerente general de la entidad, Rodrigo Carvallo, quien explicó que las condiciones de mercado están dadas para superar esta meta, considerando únicamente la existencia de 90.000 pequeñas y medianas empresas, muchas de las cuales aún no conocen o no se convencen de las ventajas de acceder a esta alternativa de financiamiento a través de las firmas que operan con el respaldo de instituciones bancarias, lo que además de la seguridad supone mayor presencia geográfica y solvencia a la hora de recibir sus documentos.
La baja penetración de este sistema a nivel nacional y la oportunidad que ello supone es otro de los puntos que, a juicio del ejecutivo, avala esta perspectiva de crecimiento, con lo cual esperan terminar 2020 con unos 13.000 clientes (actualmente son del orden de 10 mil) que en su conjunto sumarán un stock de documentos en torno a los US$ 2.000 millones, monto que a su vez representará un poco más del 3,7% del total de colocaciones comerciales de la banca en ese período.
Además, indica que en algunos países desarrollados el factoring tiene una participación en el Producto Interno Bruto (PIB) superior al 10%, mientras que en Chile, a diciembre de 2019, ésta llegó al 7,23% con operaciones totales por US$ 9.081 millones, lo que una vez más demuestra la existencia de un espacio para seguir aumentando la participación de esta industria.
Por su parte, manufacturas industriales (22%) junto a comercio menor y mayor (27%) son los sectores que hasta el momento hacen un uso más intensivo de este sistema de financiamiento, por lo que el objetivo de Achef es aumentar su presencia en otros donde los niveles son menores, como el caso de minería (2,4%).
Asimismo a nivel de los documentos que son cedidos la factura presenta la participación más importante con un 55,4%, cifra que experimentó un importante crecimiento tras la entrada en vigencia de la Ley 19.983 que otorgó mérito ejecutivo a la copia de la factura. Por el contrario, el cheque ha sufrido una considerable baja para quedarse con sólo un 7,4% de las operaciones.
En este punto, el presidente de Achef, indicó que los operadores de factoring han logrado adaptarse a las necesidades de sus clientes al considerar nuevos instrumentos que pueden ser cedidos, como saldos de precios, contratos, voucher de tarjetas de crédito e incluso bonos médicos. Junto con ello mencionó las nuevas modalidades de factoring que se realizan como el internacional (para exportadores) o el electrónico pensado para las firmas que han habilitado plataformas Internet para la administración del pago a sus proveedores.
"Nos ha costado romper el paradigma de las empresas de que operar con factoring no significa que estén en problemas financieros, sino que el nivel de precios que exhibe hoy este sistema, comparado con otros productos de la banca para obtener capital de trabajo, es bajo y, por ende, una alternativa competitiva", finalizó el presidente de Achef.